Tras las crecientes críticas de que está monopolizando el panorama de la publicidad digital, Google ha afirmado que Facebook, Amazon y Adobe son una prueba de que el espacio de publicidad digital está «lleno de gente y es competitivo». El gigante de los motores de búsqueda ha destacado a varios competidores en un intento por demostrar que no es anticompetitivo, mientras 48 estados de EE. UU. Lanzan una investigación sobre su dominio publicitario.

La vicepresidenta de Google, Sissie Hsiao, lanzó una publicación de blog que podría considerarse como un intento de minimizar el tamaño y la influencia de la empresa en la publicidad digital. Ella escribió: «Hay miles de empresas, grandes y pequeñas, que trabajan juntas y compiten entre sí para impulsar la publicidad digital en la web, cada una con diferentes especialidades y tecnologías».

Los críticos han argumentado que esta publicación de blog es simplemente Google tratando de cambiar la conversación hacia los competidores en un intento por evitar hablar sobre el dominio que tiene sobre gran parte del mundo de la publicidad digital. También pueden tener sentido, ya que las cifras de eMarketer muestran que Google representó más del 20% de todo el gasto publicitario en los Estados Unidos en lo que va del año. Cuando se observa solo el mercado de anuncios digitales de EE. UU., esto aumenta a un enorme 37,2%.

Con la investigación antimonopolio de los Estados Unidos que actualmente está sobre Google, esta publicación no deja de ser interesante. Desafortunadamente para Google, no parece que muchas personas estén creyendo sus protestas.

Porque si bien es cierto que Google puede no concentrar el mayor grueso de anuncios si observamos el panorama en conjunto, no deja de ser real que se ha convertido en el primer motor de búsqueda a nivel mundial en términos de cuota de mercado.

O lo que es lo mismo, afirmar que Google sólo ha representado el 20% de todo el gasto publicitario sólo significa que cada vez más anunciantes están decidiéndose por otros canales de promoción alternativos como las redes sociales. Pero cuando se trata de analizar el posible monopolio de Google sobre las decisiones de búsqueda de los usuarios, es innegable que el motor de búsqueda ejerce un control total sobre los resultados que los consumidores ven primero, y que eso puede influir en las decisiones de búsqueda y compra de los usuarios.

Desde el momento en el que una empresa que paga por aparecer en el primer resultado es vista antes por el usuario que la empresa con mayor prestigio, reconocimiento y antigüedad en el sector, puede afirmarse perfectamente que Google condiciona el comportamiento y la experiencia de los usuarios en su propio beneficio mientras navegan por su motor de búsqueda. Y ninguna afirmación sobre lo que hacen sus competidores o dejan de hacer cambiará ese hecho.

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