Definir tu público objetivo es una de las piezas más críticas en tu estrategia de marketing de contenidos. Parece obvio, pero saber para quién estás creando el contenido es esencial a la hora de crearlo.

No es lo mismo escribir una publicación de tu blog para el propietario de un negocio a pie de calle que para la persona que compra a diario en un supermercado. Del mismo modo que los anuncios que se ponen en el intermedio de la final de la Champions League se diseñan especialmente para las personas que estén viendo ese partido en ese momento, solo deberías crear contenido para el grupo de personas que estarían interesadas en tus productos o servicios.

A la inversa, si creas contenido que no está dirigido a tu audiencia objetivo estarás a la vez perdiendo tiempo y dinero. Ahora bien, ¿cómo saber exactamente cuál es tu público objetivo?

Tu negocio existe para servir a un grupo específico de personas que buscan tu producto o servicio como una solución a sus problemas, pero ¿quiénes son exactamente? Para encontrarlos, deberías hacerte una serie de preguntas:

 

  • ¿Quiénes son mis clientes actuales? ¿En qué datos demográficos encajan y qué tienen en común?
  • ¿Qué problema o necesidad soluciona mi empresa? Y, ¿quiénes son las personas que tienen este problema para empezar?
  • ¿Quiénes son mis competidores? ¿Qué necesidad satisfacen sus productos?
  • ¿Por qué mis clientes eligen mi negocio sobre mis competidores? ¿Qué ofrezco que nadie más ofrece? ¿Qué cosas hago mejor que mis competidores?

 

Cuando tengas la respuesta a todas estas preguntas, habrás dado un paso enorme en la dirección correcta para dirigirte a las personas que necesitan tus productos y servicios (y por tanto, serás capaz de crear tus contenidos de forma que resulten interesantes a esas personas).

 

Y ahora, comienza a crear contenido para tu público objetivo

 

Ahora que sabes exactamente para quién estás creando el contenido, por fin es el momento de  ponerse a trabajar. Estas personas deben ser el centro de todo el contenido que crees, y si alguna vez sientes que te estás desviando de tu estrategia de contenidos, vuelve a revisar las respuestas que diste a las preguntas anteriores para asegurarte de que todavía estás enfocado en satisfacer sus necesidades.

Es importante que uses tu contenido como una oportunidad para hablar sobre lo que le importa a tu audiencia, no sobre tu empresa o sobre lo que te importa.  Enfócate en crear contenido de alta calidad y no solo en apegarte a su calendario de contenidos o empujar las publicaciones del blog por la puerta.

Y recuerde, al final de cada contenido que cree debe ser un «llamado a la acción» en el que le pida a su público que dé un paso para resolver su problema comprando su producto, inscribiéndose para una consulta, comenzando una prueba gratuita , o cualquiera que sea el siguiente paso en el viaje del comprador. El buen contenido crea confianza entre sus lectores, y una vez que confían en usted, no es difícil convencerlos de que se conviertan.

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