Implementar un programa de fidelización puede ofrecer un gran impulso a tus esfuerzos de retención de clientes, así como a tus resultados. Pero diseñar un buen programa de fidelización es una tarea más compleja de lo que pueda parecer a simple vista, exige tiempo, pensamiento estratégico y trabajo en equipo. Así que hoy en TusIdeas, te mostramos 4 errores que debes evitar a toda costa al diseñar tu programa de fidelización ideal.

 

No investigar completamente a tus clientes

 

La mayoría de los propietarios de negocios tienen el objetivo de conseguir que, sin su gestión personal, la empresa sea capaz de funcionar y de obtener beneficios. Y ciertamente es una línea de meta tentadora, pero desentenderse demasiado del negocio puede hacerte perder por completo la noción de quiénes son tus clientes, cómo son y qué necesitan.

Así que lo ideal, en caso de que aún no hayas investigado profundamente a tus clientes, ¡es que lo hagas en primer lugar! O al menos, antes de proceder a diseñar tu programa de fidelización.

 

Copiar a la competencia

 

Puedes sentirte tentado de implementar un programa de fidelización similar al que ha diseñado la competencia. Si una gran compañía con todos sus recursos personales y económicos se ha decidido por una forma concreta de fidelizar a sus clientes, debe tratarse de un buen programa de fidelización, ¿no?

Pues no, esto nunca se cumple. Cada empresa es un mundo. Su audiencia objetivo, recursos, infraestructura e imagen corporativa es distinta a la del resto. Por eso te recomendamos que busques referencias que puedan inspirarte, pero olvídate de copiar el programa de fidelización de la competencia.

Primero, porque no sabes si realmente le está funcionando. Y segundo, porque incluso aunque le funcione, podría no funcionar lo mismo en tu empresa de cara a tu público potencial.

 

Elegir las recompensas a la ligera

 

Igual que la estructura de tu programa de fidelización en sí, sus recompensas no deberían basarse en las que ha establecido tu competencia. Tampoco deberían ser un reflejo de lo que le resulta más rentable a tu empresa. Cuando eliges recompensas al azar, estás dando palos de ciego creyendo que esas recompensas probablemente tentarán a tus clientes, comprarán, regresarán en el futuro y se convertirán en clientes leales a tu marca.

 

Sobrevalorar la lealtad de tus clientes

 

Si tuviéramos que elegir un símil con el que explicar cómo funciona la lealtad de un cliente, diríamos que es muy similar a la de un gato más que a la de un perro. Un perro es descaradamente leal y no desea nada más que pasar todo el día, todos los días contigo. Los gatos, por otro lado, tienden a ser un poco más tacaños con su afecto. Sí, son leales y amorosos, pero porque les conviene.

De esa forma tan parecida a un gato, tus mejores clientes pueden ser leales a tu marca, pero eso no significa necesariamente que si encuentran una oferta mejor no vayan a abandonarte. La realidad es que incluso el cliente más comprometido con tu marca tiene unas necesidades y unos intereses, y solo mientras sigas satisfaciéndolos seguirá contigo.

Así que al diseñar tu programa de fidelización de clientes, no olvides que establecer unas recompensas que parezcan inalcanzables puede motivar a tus clientes a buscar alternativas, más que a comprometerse con tu negocio.

 

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