Se trata de una técnica, que requiere práctica y pulso, mediante la cual se dibujan letras con una perfección milimétrica, con trazos y tipografías que difícilmente se pueden igualar. El lettering es un arte o una habilidad, que se consigue mediante una gran destreza utilizando las herramientas de rotulación y dibujo. En este post te hablaremos sobre esta técnica tan antigua, que tiene una gran importancia en el mundo del diseño, la cartelería y la rotulación.

El «lettering» en el mundo digital

El trabajo artesano de calidad siempre es uno que tiene mucho más valor que el que se realiza de forma automatizada y por medios digitales. Una de las particularidades del lettering es que es un método que se puede combinar perfectamente con otros métodos digitales por lo que, podemos conseguir un diseño muy especial y sorprender a nuestros clientes. El lettering es el arte de dibujar tipografías diseñando las letras según el tipo de diseño que queramos conseguir.

Sin embargo, no debemos confundir la caligrafía con el lettering. La caligrafía consiste en escribir de forma correcta y con cierto estilo sin renunciar a la escritura perfecta y legible. El lettering, por lo contrario, no consiste en escribir bien, sino en dibujar las letras de forma creativa, con un abanico de posibilidades mucho mayor que la que tenemos cuando hacemos caligrafía. El lettering se realiza uniendo una letra con otra, aportando calidad y creatividad para marcar la diferencia entre un diseño gráfico normalizado realizado por medios digitales y el arte de dibujar las letras.

Consejos para mejor tu «lettering»

Ahora que conocemos un poco en qué consiste el lettering podemos observar el gran potencial que este arte tiene. El primer consejo que te damos es que dispongas de papel, un lápiz y un par de rotuladores. Con estas tres herramientas ya puedes comenzar a dibujar. El tipo de papel que podemos utilizar es el papel que tiene puntos como guía para dibujar el diseño que queramos. Podemos utilizar plantillas para ir adquiriendo destreza. La clave está en practicar hasta encontrar las letras que estamos buscando para nuestro diseño.

Cuanto más practiquemos y más lettering realicemos, mejores resultados conseguiremos y comenzaremos a sentirnos mucho más cómodos dibujando y conseguiremos más soltura. Cuando ya tengamos confianza con los rotuladores podemos pasar a utilizar pinceles, hasta que nuestra mano se acostumbre a estas herramientas y consigamos controlar nuestro pulso. Con el tiempo podremos dar rienda suelta a nuestra creatividad y conseguiremos unos dibujos espectaculares.

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