La fotografía es un arte atemporal. En la actualidad se siguen vendiendo miles de copias de fotografías antiguas que han marcado una época. “Albert Einstein” cuando posó sacando la lengua, “Almuerzo en la cima de un rascacielos”,  “El beso” en Times Square y muchos más. Pero, sin duda, la más icónica es la de “El beso del Hotel de Ville”, de Robert Doisneau.

Robert Doisneau fue un fotógafo francés nacido en París. Durante su carrera trabajo durante mucho tiempo para la revista Vogue y recibió el Premio Kodak, el Niepse y el Gran Premio Nacional de Fotografía en Francia. Además, conoció y convivió  con artistas de la época como Albert Camus, Robert Capa y Pablo Picasso.

La historia de esta fotografía la ha hecho una de las más controvertidas del mundo. El fotógrafo Robert Doisneau estaba llevando  a cabo un encargo de la revista America’s Life sobre el amor en París en el año 1950. Estando en un café frente al ayuntamiento propuso a una pareja de estudiantes de arte dramático que posaran para el besándose. Françoise Bornet y Jacques Carteaud aceptaron y de ahí surgió esta famosa fotografía.

De la fotografía de El beso se han vendido más de 500.000 ejemplares en todo el mundo.

Durante un tiempo se pensó que fue pura coincidencia y que en realidad se estaban besando de forma espontánea. Esto llegó al mundo como un símbolo del amor joven y de la nueva vida que surgió en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Actualmente sigue siéndolo a pesar de que se sabe la verdadera historia que hay tras la instantánea. De hecho es una de las imágenes más icónicas del siglo XX.

Incontables impresiones en forma de poster, calendario, fotografía o incluso camisetas inundan el mundo. Esto seguirá sucediendo mientras tengamos la posibilidad de plasmar de todas las formas posibles las cosas que nos gustan. El arte es necesario y por tanto lo que hace posible que lo compartamos y lo tengamos en nuestra pared colgado también.

 

 

 

 

 

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